A LA CERVEZA |
Eres un manantial de luz
inmenso |
que al hombre en su interior muy
bien lo bañas |
limpiándolo de viejas
telarañas |
para mostrar su resplandor
intenso. |
Y en mi gran ignorancia, a lo
que pienso, |
de lo que evita inútiles
patrañas |
nunca despedirás como alimañas |
sino que beberás con trago
extenso. |
Que bien está tomarnos el
cabello |
con el cuento del curre y el
aspecto |
mientras dan a la vida en
descabello. |
Pues con la andorga plena de
cerveza |
el mundo iniciará un volar
perfecto |
al despegar feliz con tu cabeza. |
Marco
Rodríguez-Piñero
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