MARIDAJE DE LA CERVEZA

 

 En función del tipo de cerveza:

 

 

Poco a poco, la cerveza, esa bebida de ancestral tradición y amplia variedad, va reclamando su sitio, para convertirse en algo más que un agradable refrigerio veraniego que quita la sed.

Se puede comprobar que, en aquellos platos donde el vino falla, la cerveza nos puede dar una grata sorpresa.

Las combinaciones de sabor pueden ser tan variadas como nos lo permita nuestra imaginación.

 

 

 

- Cerveza Sin alcohol:

El aroma floral de esta cerveza y su toque dulce de cereales en boca van perfecto con un salmón ahumado con queso fresco y un punto de mostaza aromatizada. Los ahumados y pescados grasos encuentran en las cervezas ligeras el contrapunto perfecto.  Lo mismo sucede con el  vinagre y las mostazas.

 

- Cerveza Lager pilsen:

Bajo la denominación de cervezas lager se agrupan todas las de baja fermentación. Suelen ser espumosas y suaves, de color oro, ambarino o negro. Son cervezas limpias y plenas. Existen muchos tipos de cervezas lager. Algunas responden a su denominación por el lugar origen (Pilsen, Munich, Viena...), y otras por algunas peculiaridades en su elaboración (bock, steam, ahumadas...).

Destaca el maridaje de este tipo de cerveza con los pescados azules. Son pescados muy grasos de intensos sabores que encuentran en la cerveza el contrapunto refrescante.

Las cervezas pilsen, caracterizadas por su amargor, combinan a la perfección con los pescados, especialmente con los azules y ahumados.

Esta cerveza es la mejor compañera para las ensaladas aliñadas con vinagre, así como para cualquier plato dominado por este tipo de aliños.

Este tipo de cerveza se combina bien con cualquier tipo de carne asada a la parilla como hamburguesas o bistec. Los sabores tostados de las carnes a la plancha armonizan perfectamente con las cervezas de cuerpo medio, conocidas también como cervezas extras, algo más tostada y con mayor cuerpo.

También se prestan al maridaje con estas cervezas los quesos que presentan una mayor cantidad de materia grasa, una textura cortante y una clara tendencia a la acidez en el sabor.

Los platos picantes y muy especiados producen en la boca cierto “agobio” que no admite fácilmente cualquier bebida alcohólica. La cerveza en cambio alivia esa sensación. Es la contraposición perfecta a la sensación del picante.

Es difícil encontrar bebidas alcohólicas que aguanten la agresión del ajo y el pimentón; sin embargo, la cerveza destaca precisamente por ser buena compañera de este tipo de platos, (por ejemplo, la cerveza es la elección perfecta para acompañar el chorizo).

Siguiendo esta misma argumentación, la cerveza encuentra buenos maridajes en los platos condimentados con guindilla, chile, pimienta y con los que llevan especias de aromas intensos.

La Cerveza, amarga, intensa y fresca es ideal para acompañar platos ligeros o aperitivos.

El sabor de las verduras, generalmente amargo o con toques metálicos, como la alcachofa, cuyo maridaje es imposible con otras bebidas.

Las cervezas Pilsen, ligeras y suaves con aromas flolares, maridean bien con comida del mar y frituras.

Si pensamos en degustar bacalao o anchoas con vinos, debemos reconocer que con toda seguridad estropearemos cualquier tipo de vino, sin embargo, la cerveza acompaña a la perfección esta combinación.

 

- Cerveza Ale:

Son cervezas de alta fermentación, o fermentación en caliente. Suelen tener sabores complejos, y aromas y paladar afrutados.  Son muy aromáticas, con cuerpo y sabor muy marcado. Persistentes y con sabor a lúpulo. Existen muchas variedades de cervezas tipo ale.

Se trata de una cerveza de alta fermentación con sabores frutados, muy complejos, que en su aroma tiene toques lácteos, recuerda al yogur, con un fondo frutal de manzana, y en boca a cebada tostada y regaliz, especial para combinar con un pato confitado con mayonesa ligera de ajo.

El toque amable y redondo de esta cerveza va muy bien con el sabor dulzón del pato.

Las cervezas tipo ale, con marcado amargor, combinan a la perfección con los pescados, especialmente con los azules y ahumados. Así, las carnes encuentran el contrapunto refrescante en cervezas de cuerpo medio, limpiando la boca de los perfiles ligeramente tostados.

Al igual que sucede con las cervezas lager, las Ales también maridan con los pescados azules. Acompaña muy bien carnes rojas asadas o al horno y guisos de invierno. Excelente para acompañar postres dulces, especialmente a base de chocolate.

 

- Cerveza Stout:

Cervezas de fermentación alta, muy oscura y cremosa. De carácter robusto, con acusado aroma lupulizado y acidez afrutada.

El sabor a café de la cerveza negra se casa a la perfección con el dulzor amargo de unas deliciosas trufas de chocolate amargo. Y para los postres, una cerveza negra que sorprende por su excelente combinación con el chocolate.

 

- Cerveza de Abadía y Trapense:

Cerveza de Abadía: Fuerte cerveza belga, alta y a veces con poso.  Toma su nombre de una abadía que en el pasado elaboraba cervezas y que en la actualidad la encargan a productores no vinculados a la iglesia, a los que les concede una licencia para su elaboración inspirándose en las cervezas trapenses.

Cerveza Trapense: Cervezas de Abadía, elaboradas por los monjes en Bélgica y Holanda. Son cervezas fuertes, de fermentación alta, con alta cantidad de azúcares. con una segunda fermentación en botella y afrutadas. El color es variable del bronce al marrón oscuro. En las mayorías de los casos se les subtitulan con lo términos "Dubble" que representan a una cervezas oscuras y dulce de unos 6% ó 7% de alcohol, "Trippel" cuando se refieren a cervezas más pálidas y secas y de un 8% ó 9% de alcohol o “Cuadruple” caracterizadas por un sabor dulce y puntos a licor y de unos 10% ó 12% de alcohol.

Este tipo de cerveza, con marcado sabor dulzón, combinan a la perfección con quesos de sabor suave, (brie, camembert, fundidos), así como con las ensaladillas elaboradas sin ajos.

Las de mayor graduación alcohólica dominan inclusos los sabores fuertes de los quesos, tipo manchego viejo, cabrales o roquefort.

Estas cervezas, de gran calidad y esmerada elaboración, deben ser consumidas más bien para degustarlas y saborearlas que para beberlas como refresco, por lo que se aconseja, si son acompañadas por alguna tapa, sean ligeras o suaves con el fin de que predomine el sabor de la cerveza.