EL CORREO DE ANDALUCÍA
Más de cien años contemplan la existencia de tienda de ultramarinos y coloniales, que bonita definición sevillana para una tienda de alimentación. Fue hace más de 67 años cuando Francisco Moreno, padre del actual propietario, se quedó con la tienda - ¡y vaya tienda! -, una lista cuelga de la pared con más de setenta clases de bocadillo, pero todavía hay quien llega y pide el suyo a medida. Jamón y chacinas al corte, quesos, todo tipo de conservas, legumbres a granel, la merienda diaria -con magdalenas, galletas, tortas de aceite-, licores, vinos y aceite de oliva virgen extra, y, para las fechas que se acercan, un amplio surtido de turrones, dulces, mantecados, estuchados y al peso, como las Deliciosas de San Enrique, de Estepa, ríanse de la magdalena de Proust. Todo hueco de la tienda está aprovechado para exponer productos, desde latas de bonito del Norte, pasando por espárragos de Navarra o salchichas alemanas, hasta conservas de alta gama con precocinados como alubias con chipirones o pulpo a la gallega, los ojos se pierden por las coloridas estanterías llenas de suculentas tentaciones
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Y
luego el lujo de la trastienda, barra y bar, estrecha, para conocedores, donde se puede
consumir cualquier producto de la tienda, así como una amplísima variedad de montaditos
y guisos de lata que te calientan para gozar y no echar de menos a ningún cocinero, y si
no me creen, prueban el menudo, al que le añaden taquitos de jamón y chorizo, el cocido
montañés, los judiones con almejas, las fabes con calamares en su tinta. En la trastienda también se llenan los espacios con mercadería y, en los espacios libres, fotos de la historia de la casa, y una buena colección de fotos taurinas, al fondo una vieja cabeza de toro preside las angosturas del bar, bajo la que se apiñan una colección de botellas antiguas de Jerez, como la Manila Viajera, un vino de Agustín Blázquez que viajó a Filipinas ante de la gesta de los héroes de Baler, y de allí volvió por ser sospechoso de desencadenar una epidemia de peste, leyendas urbanas que dicen ahora.
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También hay fotos de imágenes religiosas, donde no faltan ni El Cachorro, ni María
Auxiliadora, la de Triana, que para eso Emilio Vara es del barrio, desde 1990 lleva la
barra, con arte y simpatía, conociendo a la gente y saludando a cada uno. En las paredes
no faltan ni Joselito, ni Curro con su rama de Romero, ni Morante "bailando con
toros", allí está el artista de La Puebla, junto a una botella de anís La Hormiga,
que llegó de su fábrica junto a la estación de Almonaster La Real, que bueno son los
aguardientes de la Sierra de Huelva. Las tapas se sirven en papel encerado, que viajan desde la tienda a la barra portando cecina de León, chicharrones, morcilla de hígado, salchichón de Riera, queso Pata de Mulo, y la Tortilla de Diseño -¡que arte!, o cómo aprovechar la tortilla de patatas que queda en los desayunos para hacer unos montaditos con ella. Súmale a todo esto el queso fundido u chorizo picante, una delicatesen en pan calentito. Aquí se trabaja el botellín chico y la caña, helados, pero también hay buena bodega, con vinos crianza de Rioja y de Ribera por copas, hasta Viña Ardanza Reserva se copea. |
CASA MORENO
LA CERVECERÍA
THE BAR
MATALASCAÑAS - PLAYA DEL COTO DOÑANA
MATALASCAÑAS - COTO DOÑANA'S BEACH
SEVILLA
SEVILLE
No hay alimentos prohibidos, todo depende del uso que hagamos de ellos.
En la moderación está la virtud.